Périgueux es una hermosa ciudad con no uno sino dos centros históricos: el distrito de la Cité es un barrio cultural de bulevares del siglo XIX y está plagado de pequeños indicios dejados por sus antiguos residentes romanos.
En el corazón de la ciudad, esta gran institución que data de 1835, es el museo más antiguo de Dordoña.
El Museo de Arte y Arqueología del Périgord alberga artefactos antiguos, esculturas africanas y pinturas modernas. Con un inventario de más de 45.000 artículos y un espacio de exposición permanente de 2.000 metros cuadrados, presenta una selección de las piezas más destacadas.
Aún en el centro de la ciudad, los jardines de la Arena son perfectos para detenerse y relajarse visitando la ciudad. Está justo donde estuvo el antiguo anfiteatro romano de Périgueux. Entre abetos, castaños, fuentes y césped se encuentran algunos pilares, muros y arcos aislados de la estructura original, mientras que el resto de la piedra fue saqueada para construir el Périgueux medieval.
Justo en las afueras de Perigueux, se puede visitar el Castillo del Obispo, que alguna vez fue una fortaleza en el siglo XI; el castillo actual fue construido y luego reconstruido en los siglos XIV, XV y XVI. Se considera una joya de Périgueux. Rodeado por un parque de 17 hectáreas, ofrece a los visitantes una parada tranquila y romántica con su parque inglés, su jardín italiano, su largo camino de herradura, sus bosques y canales.
Como navegar ?
Se puede llegar a la mayoría de los lugares de interés a pie: las principales atracciones como el Museo Vesunna, la zona del Renacimiento, la arena romana, el museo de arte y el Teatro Odyssey se encuentran a cinco minutos a pie uno del otro.
Hay un sistema de autobuses que recorre la ciudad y también hacia las zonas periféricas, con paradas repartidas de forma bastante uniforme por toda la ciudad.
Se pueden alquilar bicicletas y scooters en varias tiendas, incluida MBK, cerca de la Oficina de Turismo.
Perigueux no es lo suficientemente grande para un aeropuerto, pero como ocurre con la mayoría de las ciudades de Francia, hay una estación SNCF desde la que se puede conectar hacia y desde el resto de Europa. Sin embargo, no hay conexiones de tren directas con París. Por tanto, un viaje hacia o desde la capital francesa requiere una conexión en Limoges.
Viajar en coche también es lógico, sobre todo si quieres recorrer los alrededores a tu aire.