Escondida en las colinas al borde del bosque de las Ardenas, la Abadía de Chevetogne se encuentra en un lugar remoto. Es una abadía única en Bélgica, donde Oriente se encuentra con Occidente. En un ambiente de apertura, tanto católicos romanos como ortodoxos se unen para superar las divisiones en la fe cristiana. Chevetogne es una abadía benedictina internacional, con diez nacionalidades.
Chevetogne cuenta con una zona residencial central, flanqueada a cada lado por iglesias bizantinas y católicas romanas independientes. Los visitantes pueden experimentar sus diferencias en un solo día asistiendo a un servicio de oración en cada una. A la derecha del edificio principal se encuentra la iglesia bizantina (más antigua), donde se adentra en un mundo diferente. La tenue luz y las paredes cubiertas de hermosos frescos e iconos crean una atmósfera sagrada. El resonante canto gregoriano invita a la meditación. También hay una cripta dedicada al Espíritu Santo. La iglesia latina, construida posteriormente, a la izquierda es mucho más grande y luminosa, con una liturgia "normal". Aquí también se han pintado hermosos iconos en la pared. En el suelo, se puede observar un laberinto que simboliza la búsqueda de Dios.
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